El Internet de las cosas habilita el acceso proactivo a los datos desde cualquier dispositivo conectado.
El Internet de las cosas representa la evolución en la cual los objetos son capaces de interactuar con otros objetos.
Los hospitales pueden supervisar y regular los marcapasos a larga distancia, las fábricas pueden atajar los problemas de línea de producción automáticamente y los hoteles pueden ajustar la temperatura y la luz según las preferencias de los huéspedes, por citar algunos ejemplos.
Además, a medida que el número de dispositivos conectados a Internet continúa creciendo de forma exponencial, la capacidad de su organización para enviar, recibir, recopilar, analizar y responder a sucesos desde cualquier dispositivo también se incrementa.
El Internet de las
cosas otorga la capacidad de:
- Conectar millones de objetos y millones de sucesos.
- Desbloquear información en sistemas de registro.
- Dar soporte a nuevos sistemas de interacción con personas, dispositivos móviles, sensores, máquinas y aplicaciones.
- Dirigir el negocio prácticamente desde cualquier lugar y en cualquier momento, con cualquier dispositivo.
- Recibir y responder a sucesos en prácticamente tiempo real.
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