El mentoring es una
herramienta eficaz para retener al personal mejor cualificado y
desarrollar aquel que tiene un gran potencial. Pero hay que saber utilizarlo de forma
correcta y
provechosa.
El mentor no tiene porque ser una
persona
mayor en edad, puede ser de
igual edad e incluso
más joven que su
tutelado. Lo que sí necesita
es ser poseedor
de una
experiencia mayor
para poder guiar a
éste mediante consejos
y enseñanzas
y prestarle la ayuda
adecuada,
no sólo
en el
ámbito profesional sino
también en el personal.
¿Quiénes son los intervinientes?
Los principales personajes que intervienen son el mentor, el tutelado y el coordinador.
- El mentor:
Las cualidades necesarias para un mentor son: deseo
de ayudar,
haber tenido una experiencia positiva de joven,
tener
una buena credibilidad,
disponer de tiempo
y energía,
tener los conocimientos al día, tener ganas
de aprender, comprometerse, saber
compartir, interés en desarrollar a otras
personas, poseer sentido del humor y tener
fuertes habilidades interpersonales.
- El tutelado:
Las características
que debe
poseer
todo tutelado son:
una mente
abierta, ansioso por aprender, responsable, curioso,
sensitivo, brillante,
con sentido
del humor,
seguro de sí mismo
pero no
engreído, autocrítico, acepta
críticas, flexible, ambicioso, acepta la responsabilidad
de su propio
aprendizaje, pide ayuda,
tiene claro
lo
que quiere
y posee fuertes habilidades
interpersonales.
- El coordinador:
¿Cómo se desarrolla un programa de mentoring?
1. Inicio
La preparación y un
buen comienzo
en la
relación entre mentor y tutelado,
dentro de un proceso
de mentoring, es vital. Es la
fase más
importante, en ésta el mentor tiene
un papel
mayor ya
que el peso de la relación
en su inicio dependerá bastante de
él. El
objetivo de esta fase
es consolidar
la
relación.
2. Desarrollo
3. Separación
Una vez el
tutelado ha conseguido los objetivos que se había
establecido, llega la
finalización del
programa de mentoring. Ambos,
mentor
y tutelado, han trabajado duro,
invirtiendo tiempo, esfuerzo y energía.
Ahora llega
la fase
en la cual
el tutelado
debe
hablar con el mentor
para fijar nuevos
objetivos (dentro de un programa formal de
mentoring no se
puede), o bien identificar a alguien más con diferentes
habilidades y atributos para ayudarle en la próxima
fase de
su viaje del aprendizaje.
4. Redefinición
La relación
entre mentor
y tutelado
entra
en una nueva
fase, ambas partes
consideran al otro como
un igual. Continúan teniendo interacción,
aunque ahora de manera más
informal. La nueva relación es una fuerte amistad
en la cual
las dos
personas se ven
una a
la otra como semejantes.
¿Qué beneficios obtiene la organización al implantar un programa de mentoring?
La organización se
beneficia porque el personal que
la forma
se siente
más positivo, participativo
e
integrado. El rendimiento, la
productividad y la
motivación del personal
aumentan y, consecuentemente, hay una mayor
atracción y retención
del personal. Por tanto, el coste
de formación y desarrollo
puede
reducirse
porque las
personas aprenden en el propio
puesto de trabajo. Si el resultado
del
proceso es satisfactorio
puede ser
extendido a más personas
de la
organización. Por
regla general, el reclutamiento
es
a menudo más
fácil, ya que un
proceso de estas características muestra el compromiso que tiene la organización con las
personas que la
integran.
Los beneficios
más comunes
y generales
para
la organización son:
•Mejorar el rendimiento
y productividad
de
los mentores y
tutelados.
•Favorecer el clima organizacional.
•Formar en habilidades
técnicas y directivas.
•Optimizar la
selección y desarrollo
de nuevos talentos.
•Desarrollar los futuros líderes.
•Aumentar
el aprendizaje
de los
tutelados
a cerca
de los
clientes y el negocio
de la compañía,
de la política y filosofía
de la
organización y del know-how.
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