miércoles, 21 de noviembre de 2018

EL MONJE QUE VENDIÓ SU FERRARI

Una fábula sobre cómo cumplir tus sueños y alcanzar tu destino, por Robin Sharma, es un libro interesante, como lo sugiere el subtítulo, es una fábula, y es una que ciertamente te hará reflexionar sobre tu vida, tus metas, tus sueños y cómo tus hábitos diarios te ayudan a alcanzar esos sueños. En otras palabras, en el callejón de los Hábitos Zen.
El libro toma la forma de una fábula sobre Julian Mantle, un abogado de alto perfil con un horario loco y un conjunto de prioridades que se centran en el dinero, el poder y el prestigio. Como tal, Mantle representa los valores de nuestra sociedad. La historia se cuenta desde la perspectiva de uno de sus socios, que admira el gran éxito de Mantle y aspira a ser como él.
Pero cuando Mantle tiene un ataque al corazón, abandona el juego y desaparece. Vende todas sus posesiones y va a la India para buscar una existencia más significativa. Cuando regresa, es un hombre cambiado. Realmente, es como si fuera una persona completamente diferente.
Ha aprendido de algunos míticos gurús del Himalaya que le dan consejos místicos pero prácticos, que comparte con su antiguo asociado (y el lector).
El núcleo del libro son las Siete Virtudes del Aprendizaje Iluminado, que Mantle revela una a una. Ahora, aunque el libro los presenta como virtudes reales aprendidas de los gurús del Himalaya, es importante recordar a medida que lee que están hechos por el autor; en realidad, los sacó de otras fuentes y los juntó.
Cada una de ellas esta analizada con precisión por capítulos distintos, cada cual lleva un grupo de definiciones y hábitos para tomar en consideración. La mayor parte de ellos tienen mucha inspiración y serán realmente de mucha utilidad. Una vez más, estos no son conceptos nuevos, y se han discutido en muchos otros libros, pero el libro presenta una gran colección de conceptos útiles que es posible que desee probar.
La verdad es que cada una de las Siete Virtudes abarca un montón de hábitos diarios, y la incorporación de todos ellos a su vida sería engorroso. Y algunos de ellos me parecen conflictivos.

La primera virtud es el poder del autocontrol de nuestras mentes.

 en donde los pensamientos negativos deben salir de inmediato. Tenemos que desear fuertemente todos nuestros objetivos de manera positiva y entusiasta. El sabio de Sivana le decía a Mantle: “administrar tu mente es administrar tu vida”, esto quiere decir que, debe cuidar, nutrir y cultivar su mente diariamente.
Debe leer, aprender, rodearse de gente que le aporté y sobre todo evitar pensamientos negativos, siempre reemplazarlos por pensamientos positivos. Le cuenta que no importa que te ocurra, que tan grave sea, uno debe buscar lo positivo del suceso y sobre todo uno debe ser capaz de elegir como reaccionar ante cada uno de los eventos.
Además, la calidad de vida que tenemos es consecuencia de la calidad de pensamientos que tenemos todos los días. Es muy importante que no solo trabajes en tu mente, pues el sabio de Sivana también decía que debemos tener equilibrio entre nuestra alma, cuerpo y mente.

La segunda virtud que le enseña a Mantle es dirigir la vida hacia un objetivo claro, puntual y preciso.

Hay que buscarle un propósito a la vida. La forma en que vivimos la vida debe ser guiada por el propósito o la misión que cada uno de nosotros tenemos.
Por esto debemos ponernos objetivos, metas y PLAZOS para cada una de las cosas que SOÑAMOS. Para poder lograr algo primero hay que soñarlo y luego arriesgarse a hacerlo. Como diría el sabio “el propósito de la vida es una vida con propósito”. Tenemos que comprometernos en alcanzar lo que queremos. Nuestras mentes trabajan con imágenes, es decir que lo que imaginemos es a donde queremos llegar y hacia dónde vamos a trabajar.
Por esto, es tan importante que todos los días soñemos e imaginemos lo que realmente queremos, puesto que las cosas se crean dos veces: primero en nuestras mentes, en nuestra imaginación y luego en la realidad cuando lo logramos realizar.

La tercera virtud que Mantle aprende es a conocerse por medio de 10 rituales que el Sabio le explica.

Le enseña que debe conocer sus miedos y sus debilidades, debe controlarlos y buscar superarlos. Debe buscar cómo vivir en paz, en plenitud. Le muestra la importancia de cultivar la mente, el alma y el cuerpo, de aprender algo nuevo todos los días. Debemos conocernos bien para realmente entender que es lo que queremos. Otro principio es superar el dolor, el cual primero se debe sentir antes de poderlo superar.
De cada dolor siempre hay una lección y es ésta la que se debe buscar. Cada uno de nosotros somos los arquitectos de nuestro futuro, debemos atrevernos a soñar, no por dolor o por amargos sucesos debemos dejarnos caer.

La cuarta virtud es vivir con disciplina.

Esto realmente puede ser muy difícil, pero se debe comenzar con pequeños actos que debemos realizar frecuentemente, todos los días hasta que logremos crear un hábito de vida. no podemos cambiar todo, pero si podemos cambiar hábitos negativos por unos positivos. Son varios y pequeños actos de coraje que debemos hacer todos los días. La fuerza de voluntad que tenemos para realizar estos actos son el alimento para conseguir la disciplina. La fuerza de voluntad realmente es una virtud esencial para tener una vida realizada.

La quinta virtud es la importancia de respetar el tiempo propio.

Lo más valioso que tenemos en nuestras vidas es el tiempo, es lo más preciado y no es renovable. No debemos perder el tiempo en cosas que no valen la pena, evitemos también las personas que nos hacen perder el tiempo. Tenemos que aprender a decir NO a las cosas que no nos convienen o no nos dejan avanzar y centrarnos en nuestras prioridades y en lo que realmente nos hace feliz.
La sexta virtud es que debemos servirle a los demás desinteresadamente.
Es importante ayudar a otros sin esperar nada cambio, pero debemos saber que antes de servir a otros debemos estar bien nosotros mismos. No podemos amar a otro, si no nos amamos a nosotros mismos. Necesitamos aportarnos y cuidarnos a nosotros mismos primero antes que a los demás. De igual forma al cuidarnos, al amarnos y al aportar buenas cosas a nuestras vidas estamos aportándole lo mismo a las personas que están a nuestro alrededor.  Vinimos al mundo a servir, debemos aportarle a los demás.

La séptima virtud es la importancia de la reflexión cotidiana.

Esto quiere decir; que le debemos dar tiempo a nuestras mentes de pensar y enfocarse en una sola cosa a la vez. En el mundo en que vivimos en este momento parar no tiene caso; vivimos agitados y ocupados con muchas cosas a la vez; queriendo hacer millones de actividades en un solo segundo y no nos damos un espacio de pensar, de concentrarnos.
Es muy importante que nos demos este espacio, que nos concentremos, que vivamos el ahora y le demos paz por un momento a nuestras mentes. Debemos abrazar el presente. Tenemos que entender que la felicidad no es un destino sino un camino; no podemos sacrificarla al estar pensando en el futuro, en el pasado, en “que pasaría sí”, sino que debemos vivir el ahora y padalear el presente. Debemos saborear el viaje de ser feliz poniendo atención y disfrutando de las cosas más simples que estoy viviendo en cada momento. VIVIR COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA.
Estas son las siete virtudes que el Sabio de Sivana le enseña a Mantle; para cada una de estas virtudes el sabio le cuenta otras reflexiones, otras enseñanzas, otros consejos que le ayudaran a poner en practica dichas virtudes. El sabio no solo se las cuenta, sino que también le da técnicas para poder ponerlas en práctica. Al final todas estas virtudes las conocemos mediante una larga conversación que John y Mantle tienen; puesto que el Sabio le dice a Mantle que ahora fuera a su casa y le enseñar a todo el que pudiera el secreto para ser feliz y tener una vida esclarecida.




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