CASO: ENRON
Resumen:
Enron fue una empresa energética con sede en Houston que inició sus labores en 1985 por la fusión de las empresas Houston Natural Gas e Inter North. Kenneth Lay, presidente de Enron, dirigió a la compañía casi desde su creación hasta poco tiempo antes de su caída. La empresa originalmente se dedicaba a la administración de gasoductos dentro de los Estados Unidos, aunque luego expandió sus operaciones convirtiéndose rápidamente en una empresa de renombre internacional. En su momento la revista Fortune la designó como "la empresa más innovadora de los Estados Unidos" durante cinco años consecutivos, entre 1996 y 2000.
Crisis:
Sin embargo, la reputación de esta empresa comenzó a decaer debido a los insistentes rumores de pago de sobornos y tráfico de influencias para obtener contratos en América Central, América del Sur, África, las Filipinas y la India. Simultáneamente, una serie de técnicas contables fraudulentas, avaladas por su empresa auditora, la entonces prestigiosa firma Arthur Andersen, permitieron crear el mayor fraude empresarial conocido hasta ese entonces.
En agosto de 2000 la empresa alcanzó su cenit, logrando una cotización de $ 90.56 dólares por cada acción. Sin embargo en el 2001, las acciones de la empresa en Wall Street comenzaron a caer rápidamente de 85 a 30 dólares, cuando surgieron rumores de que las ganancias de Enron eran el resultado de negocios con sus propias subsidiarias. Enron se vino abajo y llegó al borde de la bancarrota hacia mediados de noviembre de 2001.
Evolución histórica de la cotización de la acción de Enron Corp |
Enron y la ética:
En este caso encontramos problemas relacionados a la ética personal y organizacional ya que los directivos de Enron recurren a prácticas irregulares e incluso
ilegales, presentando a esta empresa en una situación ficticia de
crecimiento y bonanza, generando falsas expectativas de ganancias o
utilidades en los mercados financieros, provocando un alza en
el precio de las acciones, favoreciendo, durante un período de tiempo, a los
accionistas; pero, en la medida que el crecimiento del precio de estas acciones
no esté sostenido por un crecimiento real el precio de la
acción tenderá a caer a niveles impredecibles en el largo plazo.
Esto hizo que la compañía vaya a la quiebra perjudicando a trabajadores, inversores y acreedores.
Fuentes:
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